FOTOGRAFÍA CONSCIENTE
Lo explico en los vídeos que te he puesto más abajo muy bien, y quiero no repetirme, pero siempre he sentido una especial curiosidad por dos cosas. La primera, saber por qué las personas desean parecerse a otros o cambiarse a sí mismos; la segunda, saber qué le pasa a la gente.
Además siempre, desde muy jovencita tuve muchos complejos y problemas de autoestima. Mi naturaleza es la de ser una persona muy sensible y sufrí bastante las consecuencias de ser diferente. Como herramienta de supervivencia, me cerré al mundo y a la vida.
Aquello no tenía ningún sentido, de manera orgánica decidí basar mi proyecto de la escuela de fotografía en mi y mi imagen.
Como verás, este proyecto, la Fotografía Consciente o el hacer de la fotografía algo más profundo, me ha perseguido siempre.
Empecé a asentar las bases de su estructura cuando asumí que hacer fotos de posado me hacía sentir francamente incómoda (la sensación era como si estuviese participando de un engaño) así que empecé a pedirle a quienes venían a fotografiarse que fueran ellos mismos. Muy sencillo, dirás. Bueno, me di cuenta que nadie sabe muy bien qué significa eso de ser uno mismo. Tuve que formarme y aprender a "distraer" para poder acompañar a la persona a ese lugar en el que simplemente Es.
Mi sensación es que nadie terminaba de entender el por qué de esas imágenes, y una amiga me recomendó que pasara tiempo explicando lo que yo veía en las fotografías. Acompañé a un grupo de estudiantes que durante nueve meses se sumergieron en un curso de autoconocimiento, y la respuesta de los alumnos al terminar el curso me dio el empujón final.
Añadí esa parte a las sesiones de fotografía normales, citaba a las personas dos veces y lo que pasaba en los segundos encuentros eran de vital importancia para las personas para entender las imágenes y a sí mismos.
Resulta que en el momento que se crea un espacio en que no hay juicio y se permite al individuo expresarte libremente, el hablar, el compartir cómo uno se ve, o cómo no se reconoce en las imágenes, o confesar que no se mira en el espejo, se convierten en un vehículo estupendo para la aceptación y el entendimiento. La clave para llegar a un estado de sanación.
A partir de ahí solo me quedaba pulir ciertas técnicas, seguir estudiando, estar abierta y sobre todo, entender que cada persona es distinta. En todos estos años no he tenido dos sesiones iguales.
Por eso siempre digo que para entender la Fotografía Consciente hay que experimentarla.
De lo que puedes estar seguro es que estas sesiones pueden beneficiarte tanto a nivel mental como emocional:
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Reforzando o creando autoestima,
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Ayudándote a deshacerte de los estándares sociales
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Cambiando tu forma de verte y ver la vida
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Aceptando los cambios físicos y emocionales
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Descubriendo quién eres.
La sesión*, cómo ya sabes, se divide en dos:
- El primer día nos juntaremos para hacer las fotos. Las fotografías se pueden hacer en tu casa o en exteriores, también existe la posibilidad de hacerlas en una sala en la que yo trabajo normalmente.
- El segundo día, ya en la sala antes mencionada, hablaremos de las imágenes y de ti. Y pondremos en práctica aquellos ejercicios que más se adapten a tus necesidades.
Finalmente te llevarás a tu casa, además de la experiencia, las fotografías en papel para que puedas utilizarlas y también en formato digital de alta calidad.
*Cada encuentro tiene una duración aproximada de 90 minutos. Entre el primer y segundo encuentro tiene que haber un periodo de descanso que nunca será de más de 10 días. Acordaremos en la cita que hagamos al principio la fecha de ambos encuentros.
Para disfrutar de los múltiples beneficios de esta terapia puedes reservar una sesión aquí .
En estos vídeos encontrarás bastante información.