“No te escondas más
que te vas a perder.
Y anda con ‘cuidao’
si es que te escondiste ‘demasiao’ la última vez” De esconderse, ELBICHO
Alguna vez os habéis parado a recapacitar cuánto tiempo de nuestra vida lo pasamos escondidos ¿?
Escondidos, escondidas no sólo de los otros, también de nosotros mismos.
Escondidas en trabajos que no nos permiten desarrollar todos nuestros talentos y capacidades.
Escondidos en relaciones que ya no significan nada para nosotros.
Escondemos nuestras emociones porque sentimos que nos hacen débiles.
Escondemos nuestras “rarezas” por miedo a ser diferentes.
Escondemos actitudes para no ser rechazados.
Escondemos partes de nuestro cuerpo o nuestra cara porque sentimos que nos hacen imperfectos.
Escondemos sentimientos porque nuestra mente cuadriculada no da para más.
Nos escondemos de las cosas que nos gustan y nos hacen disfrutar, pero de verdad.
Nos escondemos tras objetos, ropas e incluso tras cierto tipo de experiencias como si algo de eso contara quiénes somos.
Hay veces que escondemos hasta nuestra edad, como si ésta nos definiera.
Me parece que escondemos como mecanismo de defensa, porque sentimos que así somos más fuertes o capaces.
Bueno, como experta en el escondite que he sido os diré que, cada cosa escondida nos aparta más y más de la fuente infinita de amor y fortaleza que somos.
No hay nada más valioso que ser quienes somos.
Nadie debería esconderse por ser.
Mírate y encuéntrate.