Lola me escribió hace unos días para recordarme que ya había pasado casi un año desde que hicimos sus fotos y para decirme que le habían sido de mucha ayuda.
Esta sesión fue complicada para mí, ella me pidió algo pero la energía se movía hacia un lugar distinto cuando nos pusimos a trabajar, hice lo que me había pedido pero volvimos a quedar. La segunda vez fue mucho más fluido, profundo, auténtico, ese día también arreglamos un poco el mundo y acabamos compartiendo mesa y mantel.
Conectar con la gente, con sus historias, que también son las mias; conectar con las miradas y las esencias de las personas... me siento una verdadera privilegiada.
Tu diosa interna, Lola.
¡Qué felicidad que puedas verla!
Gracias, de corazón.
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Necesitaba hacerme unas fotografías para un nuevo proyecto.
Contacté con Rocío pensando que sería una sesión de fotos normal, como otra cualquiera sin saber que realmente era una terapia a través de la imagen. Me llevé una gran sorpresa cuando en la sesión comenzó a hacerme preguntas y a pedirme que me liberara en mis gestos y actitudes. Que me sintiera libre para hacer lo que quisiera.
Tras la sesión me di cuenta que habia perdido la conexión con mi "yo mujer", que había sido totalmente eclipsado por mi "yo madre" y el cuidado de mis dos hijos.
Ha pasado un año desde la sesión fotográfica.
Gracias a lo que vi en las fotografías y lo que Rocío me mostró y explicó, me cuido más, me valoro más y dejo que aflore mi "yo femenino". Esa Diosa que todas las mujeres llevamos dentro. He cambiado mucho desde entonces.