- Tia, ¿qué le has pedido los Reyes Magos?
- Les he pedido un prado, Darío.
Él, una vez hubo entendido de lo que le estaba hablando, me dijo que iba tener que escribir la carta otra vez, porque los Reyes no traen prados a los niñ@s ni a los mayores.
No había un prado bajo el árbol el seis de enero, ya lo sabía.
Sé que estamos casi en mayo.
Sé que no recuerdo la última vez que me rebocé por el verde.
Sé que los prados que pensaba visitar van a tener que esperar (hasta nosécuándo)
También sé que la hoja de mi cabeza es artificial.
Y que tengo motivos para decir que mi sobrino estaba en lo cierto.
No sé por qué,
pero sé que cada día estoy más cerca de ese prado.
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